sábado, 1 de octubre de 2016

¿Está prohibido llamar padre al sacerdote?

Los protestantes dicen:

¿Por qué los cristianos católicos llaman "padre” al sacerdote, si Jesucristo dijo que a nadie hay que llamar padre?

(Artículo escrito por Rafael Medina)

Está escrito:

"No se dejen llamar maestro, porque un solo maestro tienen ustedes y todos son hermanos. Tampoco deben decirle padre a nadie en la tierra, porque un solo Padre tienen: el que está en el cielo. Ni deben hacerse llamar Jefe, porque para ustedes Cristo es el jefe único" (Mt 23,8-10).

Interpretando esto al pie de la letra, estaría prohibido llamar «Padre» al propio papá y decir «Maestro» o «Jefe» a ciertas personas. Pero no es así. En realidad, la misma Biblia presenta el don de ser «Maestro» (1 Cor 12,28) o «Jefe» (Lc 13,14).

Lo que quiere decir Jesús es que sepamos reconocer a «Dios» como el ser más importante que está por encima de todo lo que existe y aceptarnos los unos a los otros como hermanos, sin considerarnos más importantes que los demás.

“Que el más grande de ustedes se haga servidor de los demás. Porque el que se hace grande será rebajado, y el que se humilla será engrandecido” (Mt 23,11-12).

Las palabras de la Biblia hay que entenderlas bien, porque si no llegamos a muchos errores. Jesús dijo: “No llaméis Padre a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre” (Mt 23, 9).

La palabra que usa Jesús en la Biblia para decir “Padre” es: “Abbá”, que era un título honorífico que se daba a un excelso protector. A los fariseos y escribas les encantaba que les dieran el título de grandes personajes por ejemplo: Abbá que significa “Padre excelso”, o “Rabbí” que significa: “Maestro por excelencia”.

Por eso Jesús dice a sus discípulos que no se dejen llamar “Rabbí o Padre excelso” y que no anden llamando “Abbá o Maestro por excelencia” a los demás.

Pero las palabras padre o maestro, no las prohíbe Jesús usar en el lenguaje ordinario.


¿Cómo iba Jesús a mandar a toda la gente de la Tierra que al amado progenitor, al que nos ha dado la vida física o espiritual, que tanto nos ha cuidado, al jefe del hogar, no lo llamemos “padre”?

Pero si el mismo Cristo al contar la parábola del Hijo pródigo la narra así:

“Su padre al verlo de lejos corrió hacia él y lo abrazó. El hijo le dijo: “Padre he pecado contra el cielo y contra ti” (Lc 15, 20).

Luego Jesús cuando alguien le pregunta qué mandamientos debe cumplir, le responde: “Honra a tu padre y madre” (Lc 18,20).

Y narrando la parábola del rico Epulón y Lázaro, dice Jesucristo que el rico decía: “Oh Padre Abraham” (Lc 16, 24).

¿Cómo es que Cristo primero prohíbe llamar “padre” a los demás, y luego se dedica a usar esa misma palabra “padre” para hablar de la gente?

Es que cuando dijo “No llaméis Padre a nadie sobre la tierra”, estaba entendiendo esta palabra (Abbá) en el sentido de “padre excelso” con que se usaba para llamar a grandes personajes.

Sobre llamar Padre al sacerdote:

El sacerdote mediante la administración de los sacramentos, especialmente del Bautismo, y de la predicación del Evangelio, se vuelve el verdadero «Padre» de los demás cristianos, que vienen a ser sus hijos.

A Cristo jamás se le ocurrió prohibir que llamemos con el dulce y amable nombre de “padre” a quien nos trajo a la vida física, o a quien nos ha dado la vida espiritual.

Si así lo hubiera prohibido el Redentor, jamás Pablo se hubiera atrevido a decir aquello que dijo a los Corintios: “que él se considera padre de ellos porque los trajo a la vida del Evangelio.”

“No les escribo esto para avergonzarlos, sino para darles un consejo, como a mis propios hijos, pues los amo. Pues aunque ustedes, como cristianos, tengan diez mil instructores, padres no tienen muchos. Padre de ustedes soy yo, pues les anuncié el Evangelio por el cual quedaron incorporados a Cristo Jesús. Así pues, les ruego que sigan mi ejemplo.” (1 Cor 4:14- 16).

Como vemos Pablo se consideraba padre (espiritual) de los Corintios porque los trajo a la vida del Evangelio por el cual quedaron incorporados a Cristo Jesús.

Nosotros de la misma manera consideramos al sacerdote “un padre” espiritual que nos conduce a la vida del Evangelio y a la reconciliación con Cristo. Por eso llamamos “padre” al sacerdote. Del mismo modo, un sacerdote nos podría considerar hijos suyos, porque es un padre espiritual que ama y que nos guía a Cristo Jesús.

En el siguiente versículo, Esteban llama «hermanos» al pueblo en general y «Padres» a los sacerdotes y a los ancianos.

“Él respondió: Hermanos y padres, presten atención” (Hech 7,2).

En conclusión:


Jesús nunca prohíbe usar la palabra “padre” en el lenguaje ordinario, y ésta confusión por parte de los cristianos protestantes se ha debido a la malinterpretación de las Sagradas Escrituras, especialmente con la libre interpretación de la Biblia incorporado por Martín Lutero.

"Sépanlo bien: ninguna profecía de la Escritura puede ser interpretada por cuenta propia, pues ninguna profecía ha venido por iniciativa humana, sino que los hombres de Dios han hablado, movidos por el Espíritu Santo." (2 Pedro 1, 20.)